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En el atrio de la Iglesia de San José la niña gritó con todas sus fuerzas:” ¡Viva Mamerto Esquiú!”, y emocionó a todos. La misma emoción embargaba a sus padres.
Horas antes la familia Pacheco Paz había llegado desde la provincia de Tucumán, especialmente invitada, para participar de un hecho histórico: la ceremonia de Beatificación del Siervo de Dios.
Devotos fieles del fraile catamarqueño, fue esa devoción inquebrantable la que los llevó a pedir por la pronta recuperación de Emmita, quien al poco tiempo de nacer contrajo una infección que casi le cuesta la vida.
El diagnóstico pintaba un panorama sombrío: padecía osteomielitis en su fémur izquierdo, por lo que fue sometida a cuatro intervenciones para que le hicieran dolorosas limpiezas quirúrgicas
A pesar del tratamiento médico, el cuadro se agravaba y los facultativos comunicaron que para salvarle la vida era necesario amputar la pierna.
En medio de la desesperación, la mamá de la niña colocó una estampita del Orador de la Constitución sobre la pierna afectada.
Le rezó con todas sus fuerza, oró, e imploró por la recuperación de su hija.
Pasados unos pocos días, grande fue la sorpresa de los profesionales que la atendían cuando en un nuevo examen, no encontraron vestigios de la enfermedad en la extremidad de la pequeñita.
Hay cosas que la ciencia no puede explicar…
Hay veces en que sólo la fe puede darnos la respuesta…
Mamerto de la Ascensión Esquiú, nacido un 11 de mayo de 1826 en Piedra Blanca, había obrado el milagro…
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Lo que acabo de ver es..
- Raro
- Asqueroso
- Divertido
- Interesante
- Emotivo
- Increible