En medio de la pandemia, la actividad física ayuda a superar las consecuencias de la cuarentena y el aislamiento.
La Cámara de Actividades Físicas y Deportivas de Bahía Blanca pidió declarar como esencial a las actividades físicas, entendiendo que forma parte de los cuidados de la salud.
La sugerencia se relaciona con la serie de restricciones que la pandemia ha obligado a establecer, y que muchas veces se cuestionan por considerarse demasiado severas y que deben tener un equilibrio a partir de establecer protocolos y cumplirlos.
No hay diferencias de opinión entre los profesionales de la salud sobre los beneficios de la actividad física. A nivel fisiológico reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes. También ayuda a controlar el sobrepeso y la obesidad; fortaleciendo los músculos y los huesos aumentando la densidad ósea.
A nivel psicológico y sociológico, mejora el estado de ánimo, reduce el estrés, la ansiedad y depresión; aumenta la autoestima, fomenta la autonomía, la integración social y la sociabilidad.
Ante la segunda ola de contagios y las estrictas medidas restrictivas, desde esa entidad se consideró que «tiene que haber regulaciones y no restricciones», señalando como «ilógico que prohíban la práctica deportiva sabiendo la cantidad de beneficios que genera en la salud».
La realidad es que los contagios que se han generado por la segunda ola han sido por demás preocupantes y se está realmente demasiado cerca del colapso del sistema sanitario, el cual ya presenta preocupantes limitaciones para atender a pacientes con problemas de salud fuera de lo que es el Covid.
Como con la educación, el comercio, el trabajo y otras tantas actividades, lo que realmente es esencial es que los gobernantes vayan logrando un equilibrio entre las restricciones y la forma de convivir con el virus. La actividad física es una herramienta clave para ayudar a atravesar esta crisis mundial tan dañina.
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